lunes, 17 de enero de 2011

El cierre del Estado federal

El desarrollo del modelo territorial contenido en el Título VIII de nuestra Constitución ha sido una fuente inagotable de conflicto político en nuestra historia democrática. Aplicar fuerzas al debate continuo y cíclico sobre esta cuestión, ha impedido que se preste atención a problemas más a la largo plazo, como el de la sostenibilidad.

Hace un par de semanas, Javier Tajadura, llamaba a reflexionar sobre el Estado federal en España. Desde el punto de vista de la autonomía política de las regiones, España sería ya un Estado federal en la medida en que tal autonomía política de los entes infraestatales que lo componen está garantizada y consolidada.

Sin embargo, una cosa que destacaba de España y la hacía distintiva en relación con el Constitucionalismo comparado es el “principio dispositivo”. “En virtud de dicho principio, la Constitución española de 1978 no identifica las comunidades autónomas que conforman el Estado ni -lo que es más grave- cuál es el nivel de autonomía política de las mismas. Eso no ocurre en ningún Estado Federal del mundo. En todos ellos la Constitución Federal establece cuántos y quiénes son los titulares de la autonomía política y, por supuesto, cuál es el contenido de esa autonomía. Las consecuencias de ello resultan muy claras. En cualquier régimen federal, el aumento o disminución de las competencias de los poderes centrales o territoriales exige, inexcusablemente, una reforma de la Constitución”.

En España, al no recoger la Constitución ni la relación de comunidades autónomas ni la amplitud de sus competencias, tales operaciones son diferidas a otras normas, los estatutos de autonomía. Ello permite que se pueda modificar la distribución del poder en España, una cuestión materialmente constitucional y que incumbe a todos los españoles, mediante la reforma de un estatuto de autonomía y sin necesidad de activar el procedimiento de reforma constitucional. De esta forma, el proceso constituyente permanece indefinida y peligrosamente abierto.”

Para paliar esta situación, TAJADURA propone consolidar definitivamente el Estado autonómico como Estado federal mediante una reforma constitucional. “Reforma que por un lado, incluya en la Constitución los nombres de las 17 comunidades autónomas existentes y por otra, establezca directamente el reparto de competencias entre poderes centrales y territoriales. Los estatutos de autonomía, como normas institucionales básicas, se limitarían entonces a establecer la organización interna de la respectiva comunidad. Una tal reforma debería completarse con un diseño básico de instrumentos y órganos de cooperación multilateral imprescindibles para garantizar el eficaz funcionamiento del Estado, la lealtad institucional, y la cultura federal.”

Interesante propuesta para terminar de configurar un modelo territorial de indudable valor.


Fuente: El País, Javier Tajadura , El horizonte federal de España (7/01/2010)

http://www.elpais.com/articulo/opinion/horizonte/federal/Espana/elpepuopi/20110107elpepiopi_4/Tes

1 comentario:

  1. Acabo de descubrir el blog y me gusta mucho. Dedicaré un buen rato a leerlo todo. En mi trabajo como arquitecta sufro siendo testigo de las tropelías que se cometen con el medio ambiente. Para luchar contra ellas necesito muchas herramientas...

    ¡gracias por compartir!
    Cristina

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