lunes, 4 de octubre de 2010

Del chocolate como secreto de Estado a la transparencia del Estado

Esta semana se celebró el día del acceso a la información, organizado por Acces-Info y la Coalición Pro Acceso, reivindicando el paso del secretismo a la transparencia.

La atención de las organizadoras comenzó cuando a los asistentes nos entregaron un sobre cerrado con el sello de Secreto de Estado. ¿Qué se guardaría dentro tan celosamente?... chocolate. Helen DARBISHIRE se encargó de enlazar hábilmente esta simpática atención con el núcleo de la jornada. El chocolate fue traído a España y fue calificado como secreto de Estado para evitar que el resto de potencias europeas pudiera copiar tan alimenticio secreto. En un Estado, que se considera una democracia avanzada (según el Preámbulo de la Constitución española), debe ponerse fin al secretismo de Estado propio de una democracia insegura. A diferencia de los demás países europeos, España no cuenta con una ley que permita a los ciudadanos acceder a la información en manos del Estado.

A raíz del Convenio del Consejo de Europa para el Acceso a Documentos Oficiales (consultable el estado del convenio), España intenta elaborar una norma que incorpore unos estándares comparables a los europeos, pero el anteproyecto conocido dista mucho de cumplir los criterios adecuados para contar con un marco jurídico aceptable [Acces-Info ha elaborado un interesante análisis]. Si para muestra vale un botón puede valer que el anteproyecto de ley de transparencia no se ha hecho público (como es habitual) y su contenido sólo se ha conocido a través de una filtración. Paradojas de esta cultura democrática deficiente.

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